En los últimos años, la nutrición funcional ha cobrado una relevancia creciente. Este enfoque no solo se centra en la ingesta de nutrimentos, sino que también considera cómo los alimentos afectan al organismo de manera integral, teniendo en cuenta factores como la genética, el estilo de vida y el entorno. En este artículo, exploraremos de la mano de una experta, la Mtra. Jennifer Legorreta, los fundamentos de la nutrición funcional y su relevancia en la práctica clínica.
¿Qué es la nutrición funcional?
A medida que más personas buscaron soluciones individualizadas para mejorar su salud, en los 90’s inicia el movimiento de medicina funcional y como parte de ella, la nutrición funcional.
Según el Instituto de Medicina Funcional (IFM por sus siglas en inglés) la medicina funcional adopta una perspectiva integral en cuanto a la prevención, la salud y el bienestar; trata las causas fundamentales de las enfermedades y restaura la función saludable a través de una experiencia personalizada para el paciente, por lo cual es un complemento perfecto para la medicina convencional.
Para la Mtra. Jennifer Legorreta la nutrición funcional es sinónimo de “nutrición bien hecha”. Como ella misma nos explica, en la nutrición funcional se observa a la persona, se trata de ver más allá de lo evidente, poniendo atención detallada en las funciones metabólicas y en el paciente de manera integral. Con un ejemplo muy básico, nos ayuda a entender de manera sencilla la diferencia entre la nutrición funcional y la nutrición tradicional: “Los pacientes hacen lo mejor que pueden para sus circunstancias. Si un paciente se come unas galletas en la tarde no se trata de cambiárselas por unas galletas más saludables, con menos azúcar o con menos grasa. Se trata de entender por qué está necesitando las galletas en ese momento y atacar el problema de raíz”.
¿Cómo se puede estudiar nutrición funcional?
La Mtra. Jennifer Legorreta nos explica que no existe hasta el momento una certificación en Nutrición Funcional como tal, sino que la existe, y que imparte el IFM, es una certificación en Medicina Funcional. Nos comenta que, de hecho, al momento, en México solo ella y la Mtra. Ameyalli Rodríguez, quien es nutrióloga del Instituto Nacional de Perinatología (INPER), cuentan con dicha certificación. La Mtra. Jennifer Legorreta ha dirigido esta certificación hacia la práctica clínica en Nutrición Psiquiátrica, mientras que la Mtra. Ameyalli, lo ha dirigido más hacia temas de investigación.
Suplementación y nutrición funcional
Una de las dudas principales que podemos tener los profesionales de la nutrición en cuanto al modelo de tratamiento de Nutrición Funcional es entender por qué se emplea la suplementación de manera cotidiana. Muchos de nosotros aprendimos en nuestra formación que una alimentación correcta, que debe ser completa, equilibrada y balanceada, debería ser capaz de cubrir todas las necesidades nutrimentales de la mayoría de las personas. Sin embargo, quienes hemos tenido un poco de relación con la Nutrición Funcional, podemos darnos cuenta que en este modelo de intervención se utiliza de manera frecuente la suplementación.
La Mtra. Jennifer Legorreta nos explica que esto se debe a diversos motivos:
Es probable que la mayoría de los suelos no sean tan ricos en nutrimentos y que eso ocasione, a la vez, que los alimentos tampoco lo sean. Además, es importante conocer el tema de medicina medio ambiental y entender que las ciudades en las que vivimos están altamente expuestas a contaminantes, lo que en muchas ocasiones provoca que tenemos que hacer uso de nuestras reservas de nutrimentos para hacer frente a radicales libres.
Actualmente los profesionales de la salud nos podemos valer de una amplia gama de estudios de laboratorio que son capaces de detectar deficiencias específicas.
Temas genéticos, por los cuales algunos pacientes siempre van a requerir cantidades mayores de ciertos nutrimentos que la media de la población.
La suplementación que se recomienda en la Nutrición Funcional no es para siempre. Si un paciente llega con deficiencias, es muy difícil, sobre todo en la primera etapa, cubrir esa deficiencia con la alimentación. Y, por otra parte, salvaguardar las reservas que el cuerpo requiere es de suma importancia para cuidar las funciones vitales.
Por último, es importante asegurar la cantidad que estamos buscando; la suplementación nos sirve justamente para estandarizar y estar seguros de que los pacientes están alcanzando la cantidad requerida para lograr el efecto benéfico que estamos buscando. Recordemos que el tratamiento, por definición es algo terapéutico y continuo.
Recomendación para quien quiera especializarse en Nutrición Funcional
La recomendación de la Mtra. Jennifer Legorreta es clara: “Primero que nada es importante entender para qué lo quieres estudiar”. Puedes empezar por analizar ¿a quién tienes enfrente? A veces nos complicamos con estrategias más complicadas antes de revisar lo básico. “Vete hacia atrás, ¿qué es lo que está llevando a este paciente a tener esa conducta?” Revisa lo básico, pon atención en la alimentación pero también en otros aspectos primordiales como la actividad física y el sueño.
Mtra. Jennifer Legorreta
Ker Clinic
Atiende principalmente pacientes con depresión, bipolaridad, neurodivergencia y TDAH.
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