El pasado 16 de octubre del 2023 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó unas directrices sobre alimentación complementaria de lactantes y niños pequeños en las cuales se busca promover la nutrición y salud óptima, centrándose en promover la lactancia materna y una alimentación complementaria adecuada y oportuna.
En mayo pasado se emitió una respuesta multisociedad, en la cual participaron 12 sociedades tales como la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN por sus siglas en inglés), la Academia Europea de Pediatría, la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica y la Sociedad Mundial de Alergias. En este documento las sociedades reconocen y aprecian el trabajo integral de las OMS pero comparten preocupaciones sobre algunos aspectos puntuales de la directriz y sugieren propuestas alternativas o modificadas. A continuación, se resumen dichas preocupaciones y sugerencias:
1.. "La lactancia materna debe continuar hasta los 2 años o más (certeza fuerte, muy baja evidencia científica)”1
A pesar de los beneficios teóricos de la lactancia materna durante el segundo año, la revisión sistemática de la literatura realizada para informar esta recomendación de la OMS encontró evidencia de peores resultados en comparación a no amamantar durante el segundo año. Sin embargo, el grupo de trabajo emitió una recomendación fuerte para continuar la lactancia materna durante este periodo, lo que parece estar basado en la teoría y opinión subjetiva.
Por tal motivo las sociedades expresan estar en desacuerdo con esta recomendación fuerte y comentan que en ausencia de evidencia sólida, sugerirían que esta decisión debería dejarse en manos de la madre y del niño. Continuar la lactancia materna el segundo año de vida podría ser una opción deseable en determinadas circunstancias.
2. “Para los bebés de 6 a 11 meses que son alimentados con leche distinta a la materna, se pueden alimentar tanto con fórmula como con leche animal (condicional, baja evidencia científica).
Para los niños pequeños de 12 a 23 meses que se alimentan con leche distinta a la materna, se deben alimentar con leche animal. Las fórmulas de continuación no son recomendadas (condicional, baja evidencia científica).” 1
Para hacer esta recomendación se utilizaron 2 revisiones sistemáticas, una que cubre a los bebés de 6 a 12 meses y la otra que incluyó a los niños pequeños de 12 a 23 meses. Ambas revisiones encontraron beneficios nutrimentales de la fórmula sobre la leche animal (evidencia de baja certeza). A pesar de ello, la recomendación emitida por el grupo de trabajo de la OMS no refleja estos hallazgos. La razón principal parece ser la dificultad de utilizar fórmula infantil en ambientes de bajo ingreso económico. Adicionalmente, la recomendación no parece tomar en cuenta el riesgo de un consumo proteico alto, asociado a un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad (aunado a un consumo bajo de hierro), en ambientes con un ingreso más alto.
Por todo ello, las sociedades expresan que la recomendación de uso de leche animal debería de tomar en cuenta el contexto para decidir cuál es la mejor opción disponible. En el documento (página 4) las sociedades emiten su propuesta de recomendación, tomando los diferentes contextos posibles.
3. “Los bebés deben iniciar la alimentación complementaria a los 6 meses de edad (180 días) mientras continúan con la lactancia materna (fuerte, baja evidencia científica).” 1
Esta recomendación consideró aspectos nutricionales de la AC y el impacto en algunos resultados de salud, pero omitió otros factores muy relevantes para determinar la edad óptima para la introducción de alimentos complementarios: aspectos del desarrollo y la introducción de alimentos alergénicos.
La habilidad para sentarse sin apoyo es importante para tomar alimentos con los dedos, pero no para consumir papillas o alimentos machacados. Por otra parte, no se tomó en cuenta la evidencia de alta calidad proveniente de estudios clínicos aleatorizados en los que se demuestra que la introducción de alimentos complementarios alergénicos antes de los 6 meses, junto con la lactancia materna, puede ayudar a reducir notablemente le riesgo de alergias alimentarias.
Finalmente, las sociedades concluyen que una mayor participación de las partes interesadas y una consulta pública, antes de emitir las directrices, podría evitar estos malentendidos y solicitan que todas las orientaciones futuras sobre alimentación infantil sigan buenas prácticas científicas.
Para leer el documento completo, dar click aquí.
1 Directriz de la OMS para la alimentación complementaria de lactantes y niños pequeños de 6 a 23 meses de edad. Organización Mundial de la Salud; OMS. 2023 . Consultado el 18 de enero de 2024. https://www.who.int/publications/i/item/9789240081864
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